Honda acaba de meter en la línea de montaje su primer modelo comercial alimentado por hidrógeno, el FCX Clarity, "un paso monumental en la historia de la tecnología de células de combustible"
Este gas ha capturado la imaginación de los augures tecnológicos, dn parte por su abundancia (se puede obtener del agua), y en parte por una ecuación química que se ha convertido en su consigna publicitaria: hidrógeno más aire para dar electricidad y agua potable.
Hay barreras graves para los coches de hidrógeno, el almacenamiento es una de ellas. El hidrógeno es un gas, y su densidad de energía es muy baja; por tanto, o le pones al coche un depósito de 700 litros, o tienes que aumentar mucho la presión, y ninguna de las dos cosas es muy práctica
Por otra parte, primero hay que gastarse la energía en obtener el hidrógeno para luego poder gastarse el hidrógeno en obtener energía. Sólo del 20% al 25% de la energía utilizada como fuente para sintetizar hidrógeno a partir de compuestos naturales puede recuperarse después para su uso final en células de combustible.
Las "células de hidrógeno" son totalmente limpias en la carretera. Sólo emiten vapor de agua. Pero la gasolina no hay que fabricarla, y el hidrógeno sí. Producir un kilo de hidrógeno emite 12 kilos de dióxido de carbono. Esto quiere decir que los actuales coches de hidrógeno de Honda y General Motors emiten (antes de arrancar) entre 110 y 190 gramos de dióxido de carbono por kilómetro. Cifra comparable a los coches modernos de gasolina de pequeño tamaño.
Una economía del hidrógeno sólo tendría sentido si el gas se produjera a partir de energías renovables, pero incluso esa opción es insostenible. el hidrógeno tiene que ser producido, transportado, almacenado, transferido al coche, almacenado de nuevo e inyectado en la célula de combustible, y todos esos pasos requieren una energía que no se recupera.
La mayor parte de los inconvenientes del hidrógeno no se resolverán nunca, porque no se derivan de una deficiente tecnología actual, sino de sus mismas propiedades físicas.
el futuro inmediato es la hibridación: una batería de ión de litio que sirve para la mayor parte de las situaciones en la ciudad, y otro tipo de motor (gasolina, hidrógeno, solar) que ahorre espacio y añada potencia en carretera, adelantamientos y demás.
Fuente EL PAIS
