Plásticos Biodegradables

El futuro de los plásticos está en los plásticos biodegradables obtenidos a partir de plantas como el trigo o el maíz. De esta forma se intenta preservar los escasos recursos petrolíferos, prevenir el calentamiento global de la Tierra y claro está retirar del medio ambiente la ingente cantidad de plásticos que en él se acumulan.

Casi todo lo que compramos, la mayor parte de la comida que comemos y muchas de las bebidas que bebemos vienen envasados en plástico. Esto es debido a las características que presentan y que han permitido que poco a poco hayan ido sustituyendo a otros materiales, como los metales, el vidrio o el papel.

Los plásticos entre otras ventajas son higiénicos, fáciles de manipular, duraderos, resistente y baratos de producir. Pero, claro, no todo es positivo, los plásticos dañan el medio ambiente, permanecen durante mucho tiempo en nuestros campos, ríos, lagos, playas... apenas si se deterioran. Otro de sus inconvenientes es que se obtienen a partir de derivados del petróleo, una fuente no renovable de energía.


Buscando una solución a estos problemas se están desarrollando plásticos biodegradables obtenidos a partir de fuentes renovables, como las plantas. Un material es biodegradable cuando puede ser degradado a sustancias más simples por la acción de organismos vivos, y de esta manera ser eliminado del medio ambiente.

La razón por la cual los plásticos tradicionales no son biodegradables es porque son polímeros demasiado largos y compactos como para ser atacados y degradados por los organismos descomponedores. Pero los plásticos basados en polímeros de plantas tienen una estructura que puede ser destruida por los microorganismos.

El almidón es un polímero natural, un gran hidrato de carbono que la planta sintetiza durante la fotosíntesis y le sirve como reserva de energía. Los cereales, como el maíz, contienen gran cantidad de almidón. El almidón puede ser procesado y convertido en plástico.

Primero, el almidón se extrae del maíz, luego los microorganismos los transforman en una molécula más pequeña (monómeros), el ácido láctico. Después, este ácido láctico es tratado para formar cadenas o polímeros, con una estructura molecular parecida a la de los de origen petroquímico, que se unen entre sí para formar el plástico llamado PLA (ácido poliláctico).







Fuentes:
Adaptado del artículo publicado por Clarín el 11-03-06
Imagen de dforceblog.com

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