Deforestación y los certificados FSC

Uno de los grandes problemas de nuestro planeta es la deforestación, que lleva a la desaparición de los bosques. La vida en la Tierra depende de los bosques, ya que los bosques son fundamentales para mantener un clima estable almacenando grandes cantidades de carbono. Los bosques primarios, o bosques vírgenes, están desapareciendo rápidamente y de forma irreversible. El 80% de estos ecosistemas ya ha sido destruido o alterado y el 20% restante está amenazado por diversas causas: expansión agrícola y ganadera, tala ilegal, explotaciones petrolíferas, minería, construcción de embalses y carreteras, etc.

Los bosques regulan el régimen de lluvias y protegen al suelo de la erosión. Mediante la evapo-transpiración enormes volúmenes de agua pasan a la atmósfera a través de sus hojas, agua que tras un proceso de condensación dará lugar a las lluvias. Los bosques también contribuyen a proteger los suelos de la erosión, sus hojas y ramas amortiguan el impacto de la lluvia sobre el suelo y sus raíces sujetan los materiales impidiendo que sean arrastrados.

Por tanto, si se eliminan los árboles, la lluvia en la zona se verá afectada y se incrementará la erosión. La consecuencia final podría llegar a ser que esa zona de bosque con el paso del tiempo se convirtiera en un desierto.

¿Qué podemos hacer para defender los bosques?

Lo primero es identificar las causas de la deforestación en cada caso. La implantación de la Certificación Forestal (FSC) es un elemento que ayuda a esta defensa de los bosques. Se trata de un gran instrumento de mercado que garantiza y demuestra al consumidor que la madera o cualquier otro producto forestal (corcho, resinas...) procede de un bosque gestionado de manera responsable y sostenible.

Para la ONG Adena/WWF son muchos los agentes que pueden frenar la deforestación:

    * Consumidores: podemos buscar el sello FSC en los productos de madera que adquiramos e informar a los amigos sobre la problemática de los bosques y la importancia del consumo de productos FSC. Si se trata de madera sin certificar, podemos preguntar al comerciante si dispone de otro tipo de garantías que avalen que la madera procede de una gestión responsable.

    * Propietarios y gestores forestales: pueden implantar la certificación forestal FSC en su monte.

    * Empresas transformadoras: deben exigir a los proveedores productos procedentes de bosques certificados por el FSC.

    * Comercios: han de demandar a los proveedores productos etiquetados con el sello FSC. Si no se encuentra, deben al menos exigir pruebas de que la madera procede de un bosque explotado legalmente.

    * Arquitectos: deben requerir productos etiquetados con el sello FSC.

    * Ayuntamientos y organismos oficiales: han de promover la utilización de madera y productos FSC en la ejecución de las obras públicas. Además, pueden incentivar el consumo de productos ambiental y socialmente responsables entre la opinión pública, la industria y los comercios. También pueden lanzar campañas informativas sobre la destrucción de los bosques en el mundo y la importancia del consumo responsable de productos forestales.


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