Mitos sobre el ahorro energético

En la entrada publicamos un extracto del artículo de la revista Eroski Consumer en el que se comentaban algunas falsas creencias, o como ahora se dice, leyendas urbanas, sobre el ahorro energético en el hogar. Es muy importante conocer estos errores, si de verdad pretendemos ahorrar energía en nuestra casa.

Vamos a comenzar con unos datos, en nuestras casas consumimos un 17% de toda la energía final producida, y si consideramos la electricidad, el 25%. Cada hogar gasta de media 990 euros al año.

Son varios los mitos que se han extendido entre la población y que han terminado por aceptarse como veraces. Sin embargo, muchas de esas ideas no se ajustan a la verdad. Estas son algunas de esas falsas ideas:

1. Lavar a mano los platos consume menos que el lavavajillas: falso

Diversos estudios avalan que el uso del lavavajillas produce un ahorro frente al lavado de platos tradicional. Con el uso del lavavajillas los platos quedan más limpios, se ahorran 30 litros al día, y se consume un 10% menos de energía respecto a un lavado a mano. Pero ahí no queda la cosa, si utilizamos un lavavajillas de clase "A" se utilizarán unos 15 litros por lavado, frente a los 119 litros del lavado a mano para la misma cantidad de vajilla.

Por cierto que los expertos recomiendan utilizarlo cuando esté lleno, elegir el programa adecuado y cargarlo por la noche, ya que el consumo de red es menor.


2. Apagar la calefacción consume más que mantener una temperatura constante: falso

Se considera que apagar y encender la calefacción acarrea un mayor consumo de energía y, por tanto, de gasto. Nada más alejado de la verdad. Si desconectamos la calefacción, es cierto que cuando volvemos a utilizarla es necesario, en un primer momento, un pico de calor para alcanzar de nuevo la temperatura deseada, sin embargo el ahorro conseguido cuando no se ha utilizado hace que en el saldo final de energía consumida se produzca un ahorro.

Si se limita la temperatura a 16ºC entre las diez de la noche y las seis de la mañana, se recorta el gasto en torno a un 13% en el consumo anual de combustible, con respecto a lo que ocurriría si se mantiene una temperatura constante de 20ºC. Pero si desconectamos la calefacción durante esas hora el ahorro es aún es más importante.

3. El modo espera (standby) apenas consume energía: falso

Debes saber que dejar los aparatos eléctricos apagados en modo espera supone un gasto de 231 kWh al año, casi lo mismo que el consumo medio anual del lavavajillas (246 kWh) y mucho más que el del ordenador (172 kWh).

Esto supone el 2,2% del gasto medio de energía de las casas, lo mismo que el consumo medio del horno (231 kWh) y mucho más que el del ordenador (172 kWh) o el resto de electrodomésticos (76 kWh). El standby representa cerca del 5% del consumo de los hogares.

4. Por su escasa superficie, la pérdida de calor por las ventanas es residual: falso

Se dice que al ser la superficie de las ventanas muy reducida con respecto a la superficie total de la vivienda, las perdidas de energía por ahí no son muy importantes. Los estudios demuestran que entre el 25% y el 30% de la calefacción gastada en los hogares se destina a cubrir las pérdidas de calor que se originan en las ventanas.

Los sistemas de doble cristal o de doble ventana pueden reducir hasta en un 50% la pérdida de calor con respecto a los cristales sencillos.

5. Mantener los fluorescentes encendidos gasta menos que si se encienden y apagan cada vez: falso

Otra falsa idea es que el gasto de energía al dejar los tubos fluorescentes encendidos es menor que si se apagan y encienden cada vez. De manera errónea, se sustenta en una explicación similar a la de la calefacción.

Los estudios han demostrado que pese a que al encender un tubo fluorescente se precisa un sobre consumo de corriente eléctrica, este apenas dura una fracción de segundo. En iluminación incandescente, el tiempo máximo de ausencia que no compensaría el apagado y encendido posterior se reduce a tan solo 0,3 segundos.

6. La cocina eléctrica o vitrocerámica gasta menos que la de gas: falso

Las cocinas eléctricas o vitrocerámicas consumen cuatro veces más que las de gas.

En todo caso se recomienda utilizar baterías de cocina, sartenes y cazos con fondo grueso difusor. Así se logra una temperatura más homogénea en todo el recipiente.


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